Tienes un negocio. Una tienda online (aunque puede ser cualquiera). Es estable, escalable, has encontrado tu nicho. Tienes una posición cómoda en el mercado, estás vendiendo razonablemente bien.

Quieres crecer. Puedes crecer. Lo palpas, lo sientes, sabes que es el momento.

¿Cómo lo haces?

Con una estrategia.

Necesitas definir la manera como vas a crecer. Lo que te va a llevar de la situación actual a la que imaginas. Una definición clara que te permita definir las acciones necesarias para materializarla.

Cualquiera de estas estrategias te permitirá multiplicar tus ventas. Si aplicas varias (¡o todas!) puedes crecer de manera exponencial.

No diré que sea fácil – es mucho trabajo de mucha buena gente, muy bien hecho y durante mucho tiempo. Pero las tienes ahí, listas para ser usadas.

Vamos a verlas.

1. La Máquina de Vender

Lo más difícil ya lo has hecho: tienes tu mercado y tus clientes, unas ventas predecibles y una empresa saneada.

Ahora toca automatizarlo todo a tope, eliminar errores, que todo funcione como un reloj. Logística, atención al cliente, marketing, redes sociales, devoluciones, fijación de precios, control de stocks, administración, flujo de caja… Delega, responsabiliza, eleva, implementa, mejora, rediseña.

Tiene que funcionar como un reloj atómico.

En cuanto lo tengas podrás crecer a lo grande.

2. Vender más a los mismos clientes

Se trata de conseguir que tus clientes actuales compren más, más caro, con más frecuencia, durante más tiempo.

Hablamos de técnicas de Growth, CRO, marketing, ventas. Adquisición, conversión, retención, monetización. Colaboraciones, optimización de precios, fidelización, cross-selling efectivo, recuperación de clientes…

3. Vender más productos

Encuentra líneas de productos que sean útiles para los clientes que ya te compran. Una extensión natural de tu catálogo.

Es importante que sean productos parecidos a los actuales (eso te da credibilidad) y dirigidos a los mismos clientes (así no comportará un coste de ventas adicional).

Si vendes varias marcas de un tipo de producto, añade más marcas. Si vendes aparatos, añade recambios o accesorios. O productos alternativos, que cubran la misma necesidad.

4. Vender a otros clientes

Seguro que estás centrando en mercados concretos. Y es muy probable que los mismos productos, con más o menos modificaciones, puedan ser útiles para otros mercados o segmentos de clientes. Busca cuáles son y véndeles.

Por ejemplo, puedes vender a profesionales si vendes a particulares, y viceversa. Vende a empresas, mayoristas, organizaciones.

También puedes entrar en otros canales, como marketplaces (Amazon, Miravia…)

5. Vender en otros mercados geográficos

Si lo estás petando en casa puedes hacer lo mismo en otros países. Necesitas adaptar tu comunicación, dar servicio local y duplicar el trabajo de promoción y venta. Pero ya tienes lo principal: el producto, los proveedores, los procesos, el equipo, el know-how.

Aplica la misma máquina de vender que ya tienes a un mercado completamente nuevo para ti.

6. Vender algo completamente distinto (pero parecido)

Has construido una máquina de vender. Tienes todos los procesos que hacen falta, has hecho todo el aprendizaje, has desarrollado las herramientas. ¿Por qué te limitas a vender lo de siempre? Escoge un nuevo producto, un nuevo mercado, algo con lo que puedas utilizar lo que ya tienes y añade una nueva línea de negocio.

Lo importante es aprovechar todos los recursos y procesos que has creado, automatizado y optimizado. Empezar desde el momento cero con una maquina de vender bien engrasada y acelerando a tope.

Tienen que ser productos parecidos en cuanto a dificultad técnica, canal de distribución, motivación del cliente, comunicación, precio medio… Encuentra ese producto y revienta el mercado.

Para ir cerrando

Crecer no pasa porque sí. Pasa porque se hace que pase – con estas estrategias.